Fumata blanca en el Vaticano: el mundo católico celebra la elección de un nuevo Papa

El sonido de las campanas y el ascenso del humo blanco sobre la Capilla Sixtina rompieron el silencio de la Plaza de San Pedro a las 18:07 horas. La señal inequívoca fue recibida con aplausos, lágrimas y oraciones: la Iglesia Católica tiene un nuevo Papa.

La espera había sido tensa pero esperanzadora. Tras el fallecimiento del Papa Francisco hace apenas unas semanas, el mundo miraba hacia Roma en busca de guía espiritual. Francisco deja un legado de humildad, reforma y compromiso social, y ahora el nuevo Pontífice tendrá la tarea de continuar —o transformar— esa visión.

La elección ocurrió en la cuarta votación del Cónclave, un proceso regido por siglos de tradición. Al confirmarse el consenso, el elegido aceptó su misión y tomó un nuevo nombre papal, el cual será revelado antes de su primera aparición pública.

La frase “Habemus Papam”, pronunciada por el cardenal Mamberti desde el balcón de San Pedro, resonó como una señal de renovación. Mientras el nuevo Papa se prepara para impartir la bendición “Urbi et Orbi”, los fieles del mundo entero se mantienen atentos a un nuevo comienzo para la Iglesia.